sábado, 15 de agosto de 2009

Ne me quitte pas



(...) NO ME QUITTES LAS PASTILLAS
En el libro "Un mundo feliz" de A. Huxley los personajes, condicionados desde antes de nacer, consumen SOMA cuando se encuentran deprimidos. Un gramo cura diez sentimientos melancólicos; tiene todas las ventajas del cristianismo y del alcohol, sin ninguno de sus efectos secundarios...
Desde la antigüedad (concretamente) nos hemos ayudado de las drogas para sobrellevar las cosas menos agradables de la vida... Y no me refiero a mis amigos los Yonkis de La Cañada Real, ni a los kinkis de Los Gladiolos. Aquí, en nuestro ordenado mundo de ocho a tres, las tenemos para todos los gustos: Desde el barraquito para despertarnos por la mañana, hasta el Arehucas-Cola Light de LaTroya los sábados por la noche, que recompone orgullos y tiene los índices de recaída más altos… Por no hablar del Prozac y su primo lejano el Myolastán (que rula como corcheas en esta "vuestra" C.U.L.L) Todas nos hacen más felices y sociables.
Todo esto viene a cuento porque, leyendo un artículo sobre la gripe A, ese virus que ahora todo el mundo llama gripe americana, me encontré con otro que habla de la nueva generación de fármacos de la felicidad, drogas del futuro que forjan superhombres más felices, más inteligentes, más seguros, más sociables, más amados, más eficientes... El ser perfecto está en un bote de pastillas...
¿Te imaginas el anuncio? PRO-HAPPYNESS "Un puñado de pastillas para ser lo que siempre soñó"
"Mi sistema nervioso me ha tocado en la lotería genética. No lo he elegido yo, sino que lo han construido mis padres. ¿Qué puedo hacer yo si soy demasiado sensible, demasiado vulnerable? Pues si tengo la posibilidad de mejorar mi boleto de lotería tomando unas pastillas para ser más sociable, éstas pueden convertirse para mí en una perspectiva de futuro", opina Markus Pawelzik, doctor de la Universidad de Münster.
Con todos mis respetos al señor de la universidad donde Auxi y Leo fueron de Erasmus, pienso que los sensibles y vuelnerables también tienen derecho a equivocarse, a tener éxito, a tener amigos reales, a experimentar el amor... a "tocar la vida"
Y es que como dice el Doctor en Líquenes I. Pérez-Vargas, "Dolor y amor son astros de un mismo firmamento..."

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho esta entrada. La frase de Pérez-Vargas, me ha hecho recordar aquello de "la palabra amor es el principio de la palabra amargura" (de una canción de Mecano). Ojalá hubiera algún tipo de fármaco para determinadas dolencias del corazón, o para afrontar algunos momentos de la vida. Pero por otra parte, no hay nada más efectivo para superar las cosas, que viviéndolas...Un besazo guapo.

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